31 oct 2007

Elsiti in the City dijo...

Yolanda, la recta Yolanda, tenía un carácter así, arisco y antipático, y trabajaba de secante en una circunferencia. Tenía muchos amigos y mantenía una relación un poco más que especial con un muchacho emigrante que trabajaba en la circunferencia, un tal Pi. Era una relación bastante corriente. Salían juntos, iban a pasear a la playa, iban al cine, follaban. Una relación como hay decenas, vamos...esperemos.Eugenio, la recta Eugenio, era una recta más bien atribulada y traumatizada porque tuvo problemas en su juventud. Había sido torero. No se si os acordáis de Eugenio, El niño de la Línea, al que corneó un icosaedro, en Linares. Que un icosaedro es como cachondo, pero a mala hostia, hay que verlo. Y como tuvieron que operarle y le quitaron dos segmentos, pues claro, ya nunca fue la distancia más corta entre dos puntos, y eso a una recta la traumatiza mucho. Era una recta tímida, insisto. Y trabajaba de asíntota, en el infinito. Y tenía muy buen rollo, pedía el 0,7 por ciento para los romboides.Un día de invierno que hacía mucho frio y el radio no fue a trabajar, le dijeron los amigos de la circunferencia: "Eugenio, ¿que haces ahí, solo, en el infinito? Pásate, esta mañana haz de radio", y, bueno así lo hizo y...y vio a Yolanda, Yolanda vio a Eugenio, se gustaron y lo típico cuando dos líneas rectas se gustan ¿no?, que convergen, convergen en un punto, empiezan a converger...Y bueno, aquello fructificó. No era sexo, solamente, era amor. Se casaron por el rito de Euclides y tuvieron un vector.Pero con el paso del tiempo todo muere y también surgieron los problemas: él se lio con una curva de veinte años, ella empezó a irse por la tangente. Y surgieron las desavenencias, hasta que se separaron. Ella dejó la universidad y se puso a trabajar en un bingo. Y un día que estaba de marcha con las amigas, entró un momento al baño, se quedó allí apoyada y llegó uno y se la esnifó.
Elisti in the City

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