13 feb 2008

Las Kunoichi


Las kunoichi, son en esencia, mujeres ninja. La palabra kunoichi significa literalmente «nueve más uno», en alusión a los orificios presentes en el cuerpo humano. Fueron utilizadas como asesinas y espías. Dentro de una sociedad completamente machista, en la que el espacio que ocupaba la mujer era puramente decorativo.

A diferencia de otras artes marciales y guerreras, donde la mujer suele estar relegada a roles secundarios, la tradición del ninjutsu(literalmente "El Arte del Sigilo"), habla de mortíferas mujeres ninja, tan temidas y respetadas como sus pares masculinos: las kunoichi. Aunque nunca podrían igualar en fuerza a un ninja hombre, las kunoichi sabían muy bien aprovechar sus cualidades femeninas para sacarles partido en el campo de batalla. No sólo se valían de su ligereza para permanecer escondidas en las sombras: también sabían explotar muy bien la parte de engaño que encierra el arte furtivo en su esencia.

El entrenamiento habitual de las kunoichi difería radicalmente en el conjunto de habilidades del ninja, si bien mantenían un núcleo común.Se las instruía específicamente en un grupo de destrezas único que sólo una mujer podía usar. Este abanico técnico convertía a la kunoichi en una versátil herramienta contra el hombre. Normalmente no tenía conciencia de tener compañeras, ya que el jonin (comandante) la mantenía constantemente en la creencia de ser la única pupila, ya que así se aseguraba la eficacia y lealtad de ésta a través del vínculo emocional.

Como verdaderas agentes de inteligencia que eran, las kunoichi se especializaban en seducir a altos mandos y jerarcas enemigos, a los cuales sometían o asesinaban en momentos de descuido. Lo impredecible y el engaño eran las armas más mortales con que contaban estas guerreras y que las hacían imbatibles ante sus propios compañeros hombres.

Sus misiones no se desarrollaban únicamente en la oscuridad y el silencio. Tras una inocua doncella del Japón medieval podía esconderse una implacable asesina. Sus armas, como las de todos los ninjas, estaban más bien determinadas por las circunstancias: un palillo para sujetar el cabello podía convertirse en una aguja arrojadiza; un simple abanico podía esconder en su interior filosas hojas de metal y servirles como arma. Su virtud era la sorpresa: la capacidad de sorprender con habilidades de asesina y con armas improvisadas.

El sexo también era parte del juego de seducción de las kunoichi. Mediante sus encantos podían acceder a personas importantes y dar el golpe justo en el momento necesario. Un cuchillo escondido en una flauta o bajo los vestidos que lentamente se sacaban bastaba muchas veces para descabezar al mando enemigo.


El color lila de uniforme es tradicionalmente femenino en el ninjutsu
Aunque las kunoichi, como todos los ninja, no tenían un uniforme fijo, pues el disfraz y el engaño son parte esencial del ninjutsu, muchas veces se distinguieron por la utilización de trajes ajustados en tonos lila. Lo ceñido de éstos no era capricho: la exhibición del cuerpo era un recurso útil para distraer adversarios de combate, especialmente si éstos eran hombres. No era casual, por lo tanto, que las kunoichi combatieran con los pechos a la vista o casi desnudas, o bien que coquetearan a su combatiente. La distracción les permitía ganar segundos que eran determinantes de vida o muerte.

En la actualidad hay gran cantidad de mujeres que practican ninjutsu. En las escuelas más tradicionales, la vestimenta de las mujeres es idéntica a la de los hombres, salvo por dos detalles: en algunos casos, el shinobi-gi que utilizan es lila, aunque el negro también está muy difundido. Pero es común a todas las escuelas que, durante el paso de los grados kyu previos al cinturón negro, las mujeres usen un cinturón rojo, mientras que los hombres utilizan uno verde.

La principal jonin (comandante) ninja de clanes femeninos fue Chiyome Mochizuki de la familia ninja de Koga, quien entrenaba niñas huérfanas e indigentes dándoles trato de monjas y utilizando sus servicios como espías.

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